Vino de Lanzarote

hoyo-zanja-cultivo-vino-lanzarote

Lanzarote es Vino Vivo, melodía pausada de una herencia noble que cree en su clima subtropical seco gracias al ingenio de anteriores generaciones.

Su pueblo se hizo aliado de las arenas volcánicas para ganar hasta la última gota a una climatología adversa, y se ha forjado en permanete lucha con las escasas precipitaciones hasta lograr descifrar los secretos del frescor que aporta la noche.

Oculto en algunos casos, hasta diez metros de profundad está el antiguo suelo, el manto fértil, en el que se hunden sus raíces veteranas y renovadas cepas.

La gran erupción de 1730-36 cubrió un tercio de la isla e inutilizó sus mejores zonas de cultivo. El benefactor manto de arena negra que, conjuntamente con los muros de piedra volcánica, realiza una función termorreguladora, preserva la humedad de la tierra vegetal tanto de la elevada insolación como del casi constante viento reinante. Las labores de la viña se realizan de forma enteramente manual porque el marco de plantación impide la mecanización y el riego. Proceso artesanal desde la plantación de las varas hasta la recogida de las uvas.

Predomina la malvasia una variedad de uva perfectamente adaptada al medio, pequeña y de gran calidad por su equilibrio, sabor y perfume que luego traslada al vino. Es precisamente esta uva la que da el matiz al vino de Lanzarote, fundamentalmente blanco dorado. Otras variedades son: Moscatel, Listán Blanca y Negra, Diego, Burra Blanca y Negramoll.

You must be logged in to post a comment.